Federico Assler Brown nace en 1929 en Santiago de Chile. A temprana edad, Assler comienza a trabajar en la industria CIC donde aprende dibujo técnico industrial y adquiere experiencia en la fabricación de muebles. En 1950 visita la Bienal de Venecia, teniendo por primera vez contacto con la obra de Pablo Picasso, Barbara Hepworth y Henry Moore. Posteriormente viaja a Paris, donde se influencia inicialmente por el impresionismo, tiene su primer acercamiento con la pintura. Permanece algunos años, particularmente en el sur de Francia para estudiar cerámica en las tierras de Picasso. En 1952, regresa a Chile e inicia sus estudios en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, pero luego de un año, se retira para dedicarse exclusivamente a la pintura, e ingresa a la escuela de Bellas Artes de Vina del Mar donde estudia pintura y dibujo con el profesor Hans Soyka.
En 1960 se traslada a Santiago con su familia. Dos años después asiste al Taller 99 con el artista y amigo Nemesio Antúnez. Entre 1964 y 1966, siendo Nemesio Antúnez director del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, es invitado a colaborar asumiendo el cargo de secretario ejecutivo. Con posterioridad llega a ser el Director del mismo en 1968, y durante este periodo de trabajo en el museo, se pone en contacto directo con el hacer artístico nacional y extranjero. Catorce años más tarde, abandona la pintura para realizar algunos relieves. Surgen sus primeras esculturas ejecutadas con placas de madera aglomerada, pero su inquietud por incorporar la escultura al espacio exterior lo lleva a buscar otra materia que no se deteriore tan rápido. A partir de 1970, el hormigón cautivara su interés creativo, debiendo desarrollar una técnica propia. Anteriormente, ya había realizado varios relieves de hormigón para la empresa CIC con encofrados de tabla, pero es ahora descubre que ahuecando un bloque de poliuretano expandido puede dar forma a la masa informe que es el hormigón.
Así, surge una nueva y personal manera de hacer escultura. La obra sólo puede ser visualizada al terminar el proceso de limpieza de los encofrados y del poliuretano, es decir, hasta que “la masa se encuentre dura (fraguada) para proceder a sacar (destruir) el molde único y con ello, tener por primera vez la presencia definitiva de la obra”. En 1970 es profesor invitado de Escultura en la Escuela de Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y realiza un grupo escultórico para la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile y otro para el nuevo edificio de Conferencias Internacionales UNCTAD III, actualmente Edificio Diego Portales. Poco tiempo después, se traslada a España con la decisión de trabajar en un taller, próximo a la ciudad de Toledo. En Madrid conoce a Santiago Amon, connotado critico, quien lo impulsa a realizar su primera exposición en Madrid.
En 1973 conoce a Francisca Délano, su mujer y los próximos veinte años recorrerán Europa, estableciéndose en distintos lugares como Morata de Tajuña, Marruecos, Francia, Bélgica y Brighton Sussex en Inglaterra. Desde 1992, Assler se establece junto a su familia en el Cajón del Maipo, Chile, y desde 1993 comienza a crear el proyecto de taller y la inaugurada casa-museo que llamará “La Roca Negra”.
Prensa
Federico Assler y la historia de su escultura oculta y silenciada en el estacionamiento del edificio Diego Portales
Plataforma Arquitectura
2017
Federico Assler, Premio Nacional de Arte 2009: "El silencio y la soledad son esenciales para encontrar un camino propio en el arte"
La Tercera
2017
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